Principalmente planteamos muy importante el cambio de paradigma posmodernidad, lo cual trajo aparejado una crisis social profundizando un red malestar, en donde pudimos;hablar de la “sociedad de la furia”.
Las utopías, las instituciones como la escuela y la familia, se desmoronan, y las subjetividades quedan sin proyecto, sin posibilidad de planificación, donde el presente se reduce al instante. Todo transcurre en un eterno;fluir. En donde existe una primacía de la imagen por sobre la letra, de la multiplicidad de estímulos por sobre la posibilidad de elaborarlos o fragmentarlos. Se acentúa el individualismo hasta el egoísmo, en un proceso de personalización que quiebra los asuntos de socialización.
Nosotras hemos coincidido con Paulo Freire, en que lo que genera violencia es la falta de libertad, opresión y que lo que la juventud denuncia y condena en su rebelión, es el modelo injusto de la sociedad dominadora,niños deformados en un ambiente de desamor, opresivo frustrados en su potencialidad.
Hemos Considerado que la familia y la escuela son los dos agentes socializadores más importantes para la sociedad en su totalidad. También creemos que cuando un integrante de la familia o de la escuela presenta una dificultad, ésta repercute en mayor o menor medida en los demás, por más que el problema quiera ser ignorado u ocultado.
Frente a todo esto se hace necesario incentivar la igualdad de oportunidades, el respeto hacia la diversidad cultural, la solidaridad, la tolerancia, la responsabilidad y autonomía.
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